El Real Madrid le ha tocado el Gordo de la Liga y acaba en ‘9’. Se llama Karim Benzema y Ancelotti no sabe la suerte que tiene con él. Un doblete del francés dio la victoria a los blancos ante un Athletic bullicioso, intenso y competitivo, que nunca se rindió. San Mamés vio un partido como una Catedral y a un líder consistente como turrón del duro. Con decir que hasta Hazard jugó bien.
Antes de jugar en San Mamés a Ancelotti le había tocado la lotería. No la de los niños de San Ildefonso, sino la de Ómicrom, que había dejado al Real Madrid más que diezmado para jugar ante el Athletic. De los titulares faltaban Alaba, Modric y Rodrygo por Covid, amén de Carvajal por lesión y Casemiro por sanción. Además, tampoco habían viajado a Bilbao los Lunin, Asensio, Isco, Marcelo, Bale y Ancelotti Jr.
Con semejante parte de guerra Carletto compuso el once del Real Madrid como Pedro Sánchez su Consejo de Ministros: por descarte. Que era el siguiente: Courtois; Lucas, Militao, Nacho, Mendy; Camavinga, Kroos, Valverde; Hazard, Vinicius y Benzema. Ni tan mal para tener once bajas.
Enfrente estaba el Athletic de Marcelino, equipo de autor de esos que blindan su área como si fuera Fort Knox. Sólo 14 goles en contra prueban lo que digo. Un partido para ganar fechas al calendario por mor de la Supercopa, que se disputará después de las Navidades –Ómicrom mediante– en tierras de Arabia Saudí.
No habían ni calentado los futbolistas y el Real Madrid encontró el 0-1. No fue un gol, fue un golazo como una Catedral. Lo marcó Benzema, ese pintor de obras de arte con una pelota pegada al pie. La jugada nació en Vinicius, que se escoró a la izquierda y se apoyó en Kroos. El alemán la puso de primera a Benzema y Karim dibujó una parábola con su derechazo desde fuera del área que se coló lejos, lejísimos, del alcance de Agirrezabala.
Locura en San Mamés
Era el minuto 3 y el líder encarrilaba el duelo ante el Athletic a la primera. A la segunda, por si fuera poco, llegaría el 0-2. También lo firmaría Benzema después de una contra en la que participó (ni bien ni mal) Hazard y que concluyó con una asistencia involuntaria de Unai Núñez. Karim no perdonó en la segunda pelota que caía en sus pies.
Pero San Mamés no se iba a rendir tan fácil. Ni mucho menos. Con el madridismo aún suspirando por la costalada de Benzema en el 0-2 llegó el 1-2 del Athletic merced a un magistral disparo de Sancet, al que Camavinga defendió con la mirada, desde fuera del área ante el que nada pudo hacer Courtois.
Era el minuto 11 de un partido que se había vuelto loco al nacer. Un duelo sin corsé, a pecho descubierto, con ambos equipos buscando el área rival como si no hubiera un mañana. El Athletic se creció con el gol y aprovechó que el Real Madrid, huérfano de Casemiro y Modric, era incapaz de gobernar el mediocampo.
La buena noticia para Ancelotti eran los síntomas de recuperación que evidenciaba un Hazard, veloz y activo en la anda derecha. Llegada la media hora, el partido se tomó un respiro, pequeño pero respiro. En el Real Madrid Kroos se hizo con los mandos del partido, sin contar a un Benzema que hace lo que quiere en cualquier parte del campo.
Repliega el Madrid
El Athletic encerró al Madrid o quizá fue el Madrid el que decidió encerrarse voluntariamente para buscar la velocidad de Hazard y Vinicius. San Mamés se divertía, animaba, protestaba, paladeaba un partido imponente. Que llegó al descanso con 1-2 pero con el partido más abierto que una tienda de chinos.
A la vuelta del descanso el duelo se giró. Fue el Real Madrid el que se hizo con la pelota y el Athletic el que eligió el repliegue quizá para tomarse un respiro. Lo peor para el equipo de Ancelotti era que el partido no estaba ni mucho menos cerrado y los leones no habían dado su último zarpazo.
Como el que se llevó, por ejemplo, el tobillo siempre convaleciente de Hazard en el 58. O el de Williams en el 60 después de una cantada de Lucas, que le entregó la pelota a Sancet. El disparo mordido del delantero del Athletic tocó la red, pero por fuera. O el de Dani García en el 62, que rechazó con la espalda Fede Valverde.
El Real Madrid aguantó las embestidas del Athletic mientras Ancelotti no encontraba nada con que oxigenar a su equipo en su diezmado banquillo. Raúl García había saltado al césped dispuesto a agitar a su equipo. Un lanzamiento suyo en el 76 se fue lamiendo por fuera el larguero de Courtois. San Mamés celebraba cada llegada como si fuera un gol.
Por fin Hazard
Mientras, Hazard seguía protagonizando su partido más completo desde que llegó al Madrid. Solidario atrás y atrevido arriba. Incluso pudo abrochar su partidazo con un gol si no llega a ser por una mano salvadora de Agirrezabala en el 80.
Fue entonces cuando Ancelotti hizo un cambio: Mariano por Vinicius. FY Courtois hizo la parada nuestra de cada partido en el mano a mano con el pequeño de los Williams. También Carletto quitó a Hazard para meter al canterano Peter Federico. Dos dominicanos en el Madrid al mismo tiempo. E incluso llegó a hacer un tercer cambio para perder tiempo: Jovic por Benzema.
El Real Madrid, no sin sufrimiento, supo resistir las últimas embestidas del Athletic y salvar tres puntos vitales en San Mamés en uno de los mejores partidos de la Liga. Los blancos, que vuelven a tener un partido más que sus perseguidores, aumentan su ventaja de un título que tienen más que encarrilado.